martes, 16 de febrero de 2016

Forever young


No Creo que les he contado ya que actualmente tengo 33 muy bien vividos años. No soy de las que se mueren de pena por decir la edad ni mucho menos me aflije el envejecer; simple y sencillamente porque yo me sigo (y seguiré) sintiendo joven. 

Claro, por cuestiones físicas nos dividen en etapas y si veo a los de quince como unos niños,  pero me parece injusto que no pueda verme como joven la sociedad por el simple hecho de que las de 17 quieran (o deban) ser señoras por comerse la torta antes del recreo y entonces yo soy el bicho raro porque no tengo hijos. También me queda clarísimo que todos debemos vivir las cosas a su tiempo pero,  si mi tiempo de ser voluntaria por ejemplo,  es ahora hubiera sido horrible que no me hubieran permitido porque el límite de edad era hasta los 30. 

Considero que esta es una edad muy buena para hacer muchas cosas porque ya pasó el trauma adolescente y ya se tiene mucha más madurez para actuar correctamente; justo por ello se vale hacer lío de vez en cuando para recordarnos lo genial que es vivir, pero siendo responsables, sabiendo que cada acto tendrá una consecuencia y debemos estar preparados para ello. Salir a disfrutar de un concierto y cantar a todo pulmón tu canción favorita,  pasar la tarde en familia o con los amigos riéndonos de las ocurrencias de antes o incluso pedir una cajita feliz por el juguete =P. Pero sobre todo recordar que se es joven de corazón y en esos casos se es joven para toda la vida.

miércoles, 20 de enero de 2016

Ser voluntario.

El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones. René Descartes


Hace unos años hojeando una revista,  me encontré con un test con el que podías definir tu prioridad en la vida. Entre las opciones había carrera, familia, amor y satisfacción interior. Justamente mi respuestas dieron con esta última y no podía estar más de acuerdo ya que a lo largo de los años me he enfocado en realizar actividades que me llenen y me hagan sentir feliz. Tampoco me lo tomen a mal,  no es que sea egoísta,  pero (creo que a todos nos pasa)  cuando hago algo que no quiero me sale mal, me tardo el triple o simplemente no lo hago.  Además me he dado cuenta que si realizo algo que involucra un bien a los demás me emociona y motiva mucho más. 

No voy a decir que soy la madre Teresa de nuestros días pero creo realmente que si coincides con una causa siempre valdrá la pena invertir los recursos posibles en ello; además de que la experiencia se convierte en parte de tu vida, tus recuerdos, de lo que eres. 

A lo largo de los años he tenido la oportunidad de apoyar en diferentes actividades: desde juntar y acomodar cosas para damnificados,  llevar víveres a niños o ancianos y escuchar sus historias,  pasar un rato con ellos o pintar en una escuela el año pasado en el día del voluntario (5/12).  También he tenido la oportunidad de ser parte de festivales y ¡hasta en la realización de una película! y actualmente me preparo con el grupo de voluntarios que haremos valla en la visita del Papa Francisco a México.  Cada una de estas experiencias me llena de orgullo y me emociona recordarlas justamente por lo que dice Descartes,  a través de ellas le doy pasión a mi vida.






domingo, 29 de noviembre de 2015

La primera impresión

Bien dicen que la primer impresión es la más importante. Cuando conoces a alguien, tu primer día de escuela, en una entrevista de trabajo o incluso cuando conoces a los suegros. Todas son igual de importantes ya que ese primer instante marcará el cómo será esa relación o si te darán el trabajo o no.

Cuando sabes que tendrás uno de esos primeros momentos ¿qué haces? ¿Te preparas o te vas con lo primero que encuentras? Siempre es importante pensar antes que nada a que contexto te enfrentas, así evitas llegar en jeans a una entrevista de trabajo o super producida a un día de campo.

Hay todo tipo de maneras de prepararse para esa primera impresión. Algunos deciden que no prepararse es lo mejor así llegas más natural al encuentro; aunque la verdad,  nosotras las mujeres somos más planificadoras (sé que más de uno dirá controladoras o perfeccionistas, pero no) sobre todo en acontecimientos importantes. El caso es que teniendo la cita definida y agendada tomamos todo el tiempo disponible para tener en orden el atuendo perfecto (suele ser un pretexto perfecto para ir de compras), peinado, maquillaje, accesorios y cualquier elemento extra que pudieras necesitar (mas vale prevenir, que lamentar).

En el caso de citas de trabajo es básico definir cómo quieres que te recuerden. Ya sea un cliente potencial o una entrevista de trabajo necesitas llegar con un look que te haga ver profesional y complementarlo con la preparación adecuada: llevar los documentos necesarios, tener clara la idea que quieres proyectar y tener respuesta para cualquier pregunta emergente.Debes estar relajado así evitas modismos o ciertos movimientos que delatarán que mueres de nervios. De igual manera al momento de entrar hay que ir derechitos, el saludo debe ser un apretón de manos firme (sin que parezca que quieres romperle la mano) y también es bueno ver a los ojos a quien esté entrevistándote (que se vea que estás siendo sincero y seguro, no es un concurso de a ver quién aguanta más la mirada) y piensa antes de decir las cosas, sé que son unos segundos, pero hay confesiones (como el que te vas de fiesta cada tercer día) que definitivamente no le darán una buena idea de ti.

En el caso de cuando estás socializando es más tranquilo, el look puede ser mucho más relajado, pero siempre sé tu mismo. De nada sirve querer aparentar ser alguien más o decir cosas inciertas ( es imposible mantener las mentiras mucho tiempo). Dejando que las cosas fluyan hará más fácil descubrir si hay química y futuro entre la gente y de paso dejas atrás los nervios. No sufras esa primera vez, mejor disfrútalo y diviértete, así será la primera de muchas :D.

Recuerda que todo el tiempo te  enfrentas al hecho de que como te ven, te tratan. Así que además de elegir el atuendo perfecto, recuerda siempre proyectar mucha seguridad y ser tu mismo. Con esto tienes el éxito asegurado.



viernes, 20 de noviembre de 2015

Metas, propósitos y prioridades.

Hace tiempo encontré en una revista Glamour un test que decía: ¿cuál es tu prioridad verdadera en la vida? Las opciones se dividían entre familia, amigos,  trabajo, amor, educación y satisfacción personal. Curiosamente salí con la última. Tal vez suene algo egoísta pero es cierto, en general siempre busco hacer lo que me guste o encuentro la manera de que lo que me gusta entre en lo que tengo que hacer, así soy. 

Dice el buen Aarón Benitez que hay que ser estratégicos con nuestras prioridades. En mi caso, teniendo ya definida mi prioridad principal, la estrategia es mucho más sencilla: si hago lo que me gusta estoy bien y  si yo estoy bien, la gente a mi alrededor está bien. De otra manera, cuando me he encontrado en situaciones que no acaban de llenarme, es como si me autosaboteara para que las cosas no salgan de la mejor manera. Eso me pasa sobre todo cuando tomo decisiones sin tener un plan específico. Cada decisión tomada  me ha puesto en todo tipo de caminos,algunos me han dado la oportunidad de darme cuenta que eso no era lo que quería y me han hecho replantearme hacia dónde quiero ir. Creo completamente que siempre que no esté conforme con mi contexto, ese será un buen momento para replantear hacia donde voy. Ya lo comentaba antes, no tenemos porque aguantarnos sólo porque alguien más lo dice. 

Por ejemplo, desde que salí de la primaria definí que quería estudiar comunicación porque era la carrera que reunía las cosas que llamaban mi atención como escribir, la fotografía o la radio, sólo que al momento de terminar la preparatoria no hice el examen a tiempo y debía esperar un año para ingresar a la carrera. Decidí ocupar mi tiempo tomando cursos de fotografía e idiomas, sólo que seis meses después me entró una presión por no estar estudiando la carrera y decidí ingresar a la que parecía la mejor opción en ese momento. Hice el examen y los trámites necesarios y sin problemas ingresé a una universidad en la que pase casi un año aprendiendo cosas sobre una parte de la comunicación en la que yo no esta nada interesada. Como se imaginarán no me iba nada bien en calificaciones y aunque me involucraba muy bien en algunas actividades,  llegó un momento en el que sentí que perdía mi tiempo y terminé saliendo de esa escuela. Este proceso fue muy impactante para mí porque yo siempre había dicho que siendo la carrera que quería estudiar las cosas deberían ser casi perfectas y no fue así. Afortunadamente para mí, llegó a mis manos la información de otra escuela que en cuanto entré por primera vez me sentí completamente identificada y debo decir que pasé una de mis mejores épocas ahí aprendiendo dentro y fuera de clases, teniendo experiencias únicas y maravillosas que hacen que recuerde con gusto los  años que pasé ahí. Al final el darme cuenta de lo que no quería me llevó a encontrar lo que realmente estaba buscando.

Este proceso también me dio otra lección que hoy en día sigo poniendo en práctica: DECRETAR. ¿Por qué? Porque cuando defines una meta  al decretarlo estas visualizándolo como algo real. Mi ejemplo perfecto para esto fue cuando a los 18 decidí que a los  28 tendría una estación de radio y así fue, a los 27 entré como colaboradora a Radio Destroyer (donde cumplí mi sueño de convertirme en locutora) y exactamente un año después se me invitó a ser socia de la radio, cumpliéndose así lo que diez años antes había decretado.  Obviamente no es magia, es un proceso que inicia cuando planteas qué es lo que quieres, como y en qué tiempo (ojo, esto es importante, siempre hay que definir tiempos y ser muy específicos o nos puede tocar gato por liebre). El plantear correctamente lo que queremos hace que cumplamos  lo que nos proponemos cubriendo nuestras metas; evitando que queden como ideas en el aire (si, así como los propósitos de año nuevo que nadie cumple). Es importante además tener decisión, valores y disciplina. Estos tres elementos son la formula perfecta para hacer realidades.

Algo más que recomiendo ampliamente: Ya sea en su casa y/o en su oficina dispongan un espacio para su vision board, ahí incluyan sus metas y anhelos. Puede ser desde bajar esos kilitos de más, el viaje que siempre han querido hacer, la casa o el auto de sus sueños, hacer realidad ese proyecto que traen en mente... lo que sea. Véanlo todos los días decretando que ya es suyo, que ya están ahí. Será parte de su motivación del día a día. Que se convierta en parte de eso que los levante en las mañanas. A su tiempo y habiendo trabajado por ello, estoy segura que llegará a sus manos. Por favor, escríbanme a xianmtz@gmail.com cuando eso pase. Me encantará compartir su alegría.







sábado, 14 de noviembre de 2015

Felicidad :D

Muchas veces nos creemos que el ser felices es EL objetivo en la vida, pero como la vida no trae instrucciones nos volvemos locos tratando de encontrar la fórmula de la felicidad eterna. Vemos los anuncios y todos sonríen como si no pasara nada malo en la vida  pero, como ya había comentado antes, se trata de vender emociones y si vendemos tristeza como que no sería tan buen negocio ¿no creen?.

Me acuerdo mucho que de niña si me sentía triste todo se arreglaba con un dulce o un juguete y sin darme cuenta de repente crecí con la idea de que necesitaba algo externo para sentirme feliz (por eso nos volvemos compradores compulsivos) cuando el punto es que lo externo es un extra, es la cereza del pastel, no la base de nuestra felicidad. Debemos aprender a ser felices con lo que tenemos y lo que somos, es muy desgastante pasar la vida deseando lo que tiene el prójimo. Ojo  no estoy diciendo que si algo está mal en nuestra vida lo aceptemos, nos conformemos y que además debamos ser felices con ello.NO. Lo que hay que hacer es identificar las cosas que nos den esa felicidad y si algo no nos gusta, cambiarlo. Si queremos estar en un entorno armonioso y feliz es vital empezar con nosotros ya que nuestro estado de animo se proyecta al 300%, entonces si estás enojado, triste o frustrado imagínate como se pone la gente a tu alrededor :S. Debemos aprender a  encontrar la felicidad en las pequeñas cosas y en las cosas buenas que le pasan a otros.

De igual manera, si te pasa algo genial compártelo, dale una razón a tus conocidos para sonreír contigo. Disfruta de la naturaleza, del tiempo en familia, de tu mascota. Regálate ese helado doble que tanto te gusta, saboralo. Juega con tus hijos o tus sobrinos, reencuentrate con tu  niño interior. Haz travesuras inocentes, háblale a esa persona que tienes tan abandonada, te aseguro que eso los hará felices a ambos. Baila, canta, washawashea. No dejes que la rutina te amargue.  La felicidad no se trata de encontrarla, ni perseguirla.Se trata de crearla.

Sonríe, es gratis. :D

jueves, 5 de noviembre de 2015

El Tiempo

Me declaro fan de las agendas desde siempre, incluso hay varias que siguen conmigo al paso de los años. Unos dicen que es porque soy acumuladora, otros porque soy muy organizada pero creo que en realidad me gusta el tiempo. Me gusta recordar que hice, con quién salí a tomar café o releer algún recadito dejado por ahí. De hecho es para mí un ritual el elegir la agenda que me acompañará a lo largo de las 52 semanas siguientes. Desde que empiezan a aparecer en las tiendas me tomo todo el tiempo necesario para verlas, hojearlas y definir cual va conmigo. Muchas veces las he personalizado para hacerlas más originales, más  mías y también muchas veces me han preguntado ¿dónde la compraste? Así de importante es el tiempo para mí.

Siempre usamos esa frase de que "hay más tiempo que vida"  aunque en realidad uno es el complemento de la otra y aún así nos dignamos a "perder el tiempo" o hasta matarlo olvidando que ese tiempo perdido no hay manera de recuperarlo porque inmediatamente se vuelve pasado y son momentos que no volvemos a tener, que después añoramos por haber dejado de hacer cosas o por haber ocupado nuestro valiosísimo tiempo en cosas sin importancia o que no queríamos hacer, en lugar de usarlo para disfrutar buenas compañías( el tiempo vuela cuando la paso bien) o haciendo lo que nos gusta ( nunca es demasiado tiempo de compras para algunas ;D ). Más de una vez  he leído de alguien que enfermo o anciano se lamenta por haber trabajado tantas horas en lugar de estar con su familia o viajar o incluso dormir. O que tal cuando pasas meses o años al lado de una pareja que no te convenía t terminas diciendo "sólo perdí mi tiempo con el/ella"(aguas que si pasan más de cuatro o cinco años te pueden demandar). Más de una vez me  pasó que después de invertir horas y horas en un proyecto, no quisieran pagarlo poniendo mil escusas Otras tantas me he molestado enormemente porque me tienen esperando para una reunión (pido disculpas por las veces que he hecho lo mismo)como si no tuviera más que hacer. En momentos como esos digo ¿porqué tengo que dejar de lado MIS actividades si la otra parte no valora mi esfuerzo? La respuesta siempre es la misma: porque en algún punto yo no he valorado mi tiempo no mi esfuerzo y al reflejarlo de alguna manera, la gente cree que sus actividades, su esfuerzo y su tiempo es más importante que el mío.

 Por eso si no llegan a los diez minutos me voy o si me cancelan de último minuto diciendo que "reagendemos" suelo decir: no te preocupes, yo igual voy a ir por la simple y sencilla razón de que he aprendido a no quedarme con ganas de hacer cosas, vale igual su tiempo como el mío, porque sé que esos tiempos no se repiten. Además el tiempo es dinero, de ahí la importancia de darle su justo valor ¿no creen?.

Jarabe de Palo - Tiempo




lunes, 2 de noviembre de 2015

Ventajas de ser fan de las cosas imposibles.

Es verdad,  siempre me he declarado fan de las cosas imposibles. Por ejemplo me encanta leer a Hemingway porque sus personajes siempre tienen un amor imposible con el cual la química es perfecta pero siempre son víctimas de las circunstancias; o mi parte favorita de las películas rosas es cuando todo se va al demonio. Yo sé pensarán que estoy medio loca, pero después de analizarlo me di cuenta que es todo lo contrario. Pensaba en ello hace un par de días mientras acomodaba mis ideas y me di cuenta que si me gustan esos momentos imposibles no es porque sea una fatalista, sino porque me gustan los retos, digo al final el 90% de las películas comentadas terminan bien. De hecho todos los día me enfrento a diversas situaciones inesperadas que ponen a girar la ardilla más de lo habitual  y aunque en primera instancia podría bloquearme, siempre (o casi siempre) llega una idea a mi mente que me saca del apuro. Por eso siempre estoy haciendo imposibles.

También porque lo posible es muy sencillo. Y es curioso pero de un tiempo para acá  eso de "hacer imposibles" se ha convertido en mi frase y acción favorita. Y en más de un tema, por ejemplo no siempre es tan fácil conseguir una entrevista o entrar a camerinos en algún evento y yo he tenido la fortuna de hacerlo varias veces (la última hace un mes),otras veces sin nada de recursos he conseguido crear eventos (aquí comparto créditos con mi equipo destroyer).

Mi ejemplo favorito de cosas imposibles fue un patrocinio cuando estaba en Radio Destroyer con mi programa Infusión. Gracias a las redes sociales empecé a interactuar con personas de diferentes nacionalidades. Los lugares que más me escuchaban era México, España, Sudamérica. Un día empezó a seguirme en twitter @El_Jugador un chico de Vigo que tiene una página de deportes. Platicando con él hablamos de la radio y de esa charla conseguí  que este chico tuviera en su página el link hacia mi estación de radio. Fue una cuestión inesperada y muy buena ya que eso le dio bastante proyección a la radio y al ser un intercambio de patrocinio no tuve que pagar por ello, además tener un logo extranjero le dio más credibilidad a lo que estaba haciendo en ese momento. Definitivamente fue un conocer a la gente correcta en el momento correcto. Eso también me recordó la importancia de aprovechar las oportunidades.

Ahora, cada que pienso en ese tipo de cosas reafirmo esa frase que dice que las cosas imposibles solo tardan un poco más de tiempo.

Gustavo Cerati - Cosas Imposibles